El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF en una publicación oficial de la ONU, revela que más de 50 niños han sido secuestrados en Haití y son violados y torturados por sus raptores.
Esa información, sobre el asesinato de las víctimas fue confirmada por el portavoz de la UNICEF en Ginebra Veronique Taveau.
La funcionaria, tras lamentar el hecho señala que “las autoridades (haitianas) sospechan que bandas criminales que buscan el dinero fácil son responsables de esos secuestros”.
Estas violaciones de los derechos de la niñez en Haití, de una u otra forma también afecta a la República Dominicana por su condición de vecindad y por la facilidad con que los haitianos cruzan la frontera para refugiarse o esconderse en suelo dominicano.
Una de las formas de violaciones de esos derechos es cuando se utilizan infantes menores de un año, y así, sucesivamente, de uno, dos, tres y hasta preadolescentes sobre todo de sexo femenino para pedir en las calles.
Los fines de semana, cuando las instituciones publicas de migración, cesan en sus actividades ordinarias, las haitianas con un grupo de niños y niñas aparecen como por arte de magia y se abalanzan a los vehículos en los semáforos cuando están en luz roja, golpeando los cristales o introduciendo sus manitas diciendo “dame algo”, parece que esa es la única frase que el enseñan en español.
En las principales avenidas del Distrito Nacional, los municipios de la provincia de Santo Domingo y Santiago se llenan de mujeres haitianas cargando bebés y pequeñines pidiendo dinero a los conductores.
Esa información, sobre el asesinato de las víctimas fue confirmada por el portavoz de la UNICEF en Ginebra Veronique Taveau.
La funcionaria, tras lamentar el hecho señala que “las autoridades (haitianas) sospechan que bandas criminales que buscan el dinero fácil son responsables de esos secuestros”.
Estas violaciones de los derechos de la niñez en Haití, de una u otra forma también afecta a la República Dominicana por su condición de vecindad y por la facilidad con que los haitianos cruzan la frontera para refugiarse o esconderse en suelo dominicano.
Una de las formas de violaciones de esos derechos es cuando se utilizan infantes menores de un año, y así, sucesivamente, de uno, dos, tres y hasta preadolescentes sobre todo de sexo femenino para pedir en las calles.
Los fines de semana, cuando las instituciones publicas de migración, cesan en sus actividades ordinarias, las haitianas con un grupo de niños y niñas aparecen como por arte de magia y se abalanzan a los vehículos en los semáforos cuando están en luz roja, golpeando los cristales o introduciendo sus manitas diciendo “dame algo”, parece que esa es la única frase que el enseñan en español.
En las principales avenidas del Distrito Nacional, los municipios de la provincia de Santo Domingo y Santiago se llenan de mujeres haitianas cargando bebés y pequeñines pidiendo dinero a los conductores.
Asimismo, el robo de ganado, el tráfico de armas de fuego, y los asaltos en la frontera es otro de los problemas que tiene que enfrentar la Republica Dominicana.
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