lunes, 22 de diciembre de 2008

Periodismo pierde una pluma política con gran sentido fraterno

De sus 60 años, fueron unos pocos que lo traté tan de cerca. Verlo de lejos, era alguien tranquillo, sosegado, sin pretensiones de sobresalir. Pero, de cerca era un maestro que enseñaba no solo con sus juicios atinados sino con su ejemplo. Odalix Roa, oriundo de esa tierra fértil y fresca localizada entre montañas, San José de Ocoa. De seguro, que este 20 de diciembre, el trinar de las aves te acompañó cuando junto con los ángeles alzaste tus alas a los cielos, dejándonos. Sin embargo, tu espíritu estará presente, como un hombre de bien, bonachón, que siempre buscó el lado amable de las situaciones, pese a ser un político de agudeza analítica. Supiste interpretar, muy bien, las enseñanzas de tu maestro, el profesor Juan Bosch, “Servir al Partido para servir al pueblo”. Conciente de que ser líder no es un discurso estridente o un sagaz componedor de tretas, sino un conciliador fraterno, humano, con sentido de la amistad, de la lealtad política y de entrega sin intereses pecuniarios. Un servidor. Extrañar su paso lento, su sonrisa cariñosa, su palmadita en la espalda, su paciencia y su buen expresar será parte de la cotidianidad. Será un modelo de hombre honesto, jovial, solidario, fraterno, de referencia obligada en el trajinar de esta tierra. Este no ese un adiós, sino un hasta siempre en perdurable. (Pura Blanco Tineo)