jueves, 25 de septiembre de 2008

Bloqueo a Cuba impide compra material gastable área de Salud

Poner por encima de toda muestra de humanidad, las apetencias de poder político y económico, se convierte en una acción de crueldad y en un delito de lesa criatura.
“El respeto al derecho ajeno es la Paz”, parafraseando a Benito Juárez, impedir que a Cuba adquiera material gastable, piezas de repuesto y el equipamiento necesario de procedencia norteamericana que deben comprarse por medio de terceros países, atenta con ese respeto que expresa la sentencia de Benito Juárez. Sobre todo cuando los países que suministran estos materiales corren el riesgo de pagar multas al gobierno de los Estados Unidos por productos y artículos médicos a Cuba.
En una información calzada con la firma de Yaqueline de la Rosa Hermida, del periódico Venceremos, da cuenta que el bloqueo ha ocasionado pérdidas que ascienden a más de 30 millones de dólares en el sector de la salud y la provincia de Guantánamo no está exenta de esas afectaciones.
Los servicios de urgencias de las instituciones médicas del territorio sufren los daños de las restricciones del bloqueo, al no acceder a medios de diagnóstico o medicamentos de última generación, generalmente producidos en los Estados Unidos, los cuales son sustituidos por otros menos costosos.
Asimismo, la labor de promoción de hábitos saludables y de prevención de enfermedades también ha sufrido las afectaciones provocados por el bloqueo de los Estados Unidos, dificultades que no impiden la realización de acciones educativas en las comunidades, centros de estudio, trabajo y lugares públicos para elevar la calidad de vida de toda la población, señala la información publicada en Venceremos.

Presidente Dominicano clama porque naciones ricas contribuyan disminuir pobreza

El presidente de la República Dominicana, doctor Leonel Fernández en su discurso en la 63 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo una reflexión sobre la necesidad de que las grandes potencia detengan la especulación de los precios del petróleo, señalándolo como el principal obstáculo para que países pobres puedan cumplir con los objetivos de Desarrollo del Milenio.
“Las naciones que han asumido el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio como una agenda verdadera y genuina transformación social, fijan su mirada, con optimismo y esperanza, en este sistema de Naciones para corregir esas distorsiones y enmendar tales desvaríos”, sentenció.
Sin embargo, dijo que en el mes de julio el precio del barril del petróleo aumentó diez dólares en un día y recientemente quedó perplejo al observar que el barril del crudo incrementó 25 dólares en su precio en un solo día.
Significó que mediante la aplicación de los nobles propósitos acordados en el año 2000, el mundo lo que pretende es vivir en condiciones de justicia social y equidad, con la creación de oportunidades para que cada ser humano pueda desarrollar sus potenciales creativas.
El presidente Fernández terminó su discurso confiado en que las inteligencias reunidas en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, buscarán importantes soluciones al problema que representa la especulación en el mercado no regulado de la venta a futuro del petróleo y de los alimentos.
Citó que conforme a estudios del Banco Mundial, se demandarían en promedio, cada año, en ayuda externa, cerca de 50 billones de dólares para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El presidente Fernández sentenció que “eso equivale a decir que para que se cumplan los propósitos de elevar la calidad de vida y las condiciones de dignidad de las naciones pobres del mundo, se necesitará de un plan internacional de financiamiento económico tan audaz y tan urgente como el que actualmente se lleva a cabo para salvar a Freddie Mac, Fannie Mae, Bear Sterns, Merrill Lynch, AIG y otras instituciones financieras”.
Recordó que de aquí al 2015, es decir, durante los próximos siete años, hasta cumplirse la fecha de realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se requeriría, siguiendo el criterio del Banco Mundial, 350 billones de dólares de ayuda externa, lo que representa la mitad de lo que en estos momentos se debate en el Congreso de los Estados Unidos para salvar de la quiebra a las empresas financieras de Wall Street, responsables de su propio fracaso.
En ese sentido, agregó que “aclaramos que no hemos venido aquí a condenar a nadie. Tampoco hemos venido a levantar nuestro índice acusador contra ninguna nación amiga, miembro de esta familia de las Naciones Unidas”.
Fernández observó que ahora ya sabemos, también, que en el año 2006 aumentó a casi tres millones el número de muertes por causa del SIDA, y que las medidas de prevención contra esa ominosa pandemia siguen siendo penosamente insuficientes.
Otra perspectiva desoladora es que más de 600 millones de personas no tendrán mejores servicios sanitarios que los que ahora poseen, agregó.
Comentó que al tiempo que esto ha venido ocurriendo, las naciones más ricas que se comprometieron a aportar ayuda oficial extraordinaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en general, se han quedado cortas a la hora de hacer efectivas sus ofertas.
Ell jefe de Estado Dominicano puntualizó que “la nuestra, más bien, aspira a ser una voz de alerta. Una voz que contribuya a estremecer la conciencia y procure la solución de un problema de alcance global de las naciones pobres, el cual resulta socialmente injusto y éticamente inaceptable”.