La
exitosa producción de pimientos, tomates, pepinos y otros, comenzó a partir de
la implementación del Programa de Mercados, Frigoríficos e Invernaderos
(PROMEFRIN), que ha derivado en un cambio en cultura y las prácticas agrícolas,
facilitando la aplicación de tecnología de punta y la generación de excelentes
resultados.
Los
resultados obtenidos en estos invernaderos, ponen de manifiesto que las
políticas públicas, cuando son aplicadas correctamente, facilitan y generan
cambios beneficiosos para toda la sociedad,
resultado de una política aprovechada por productores profesionales, con
experiencia técnica, apoyo del PROMEFRIN y de empresas compradoras, suplidores
de invernaderos, financiamiento, seguro y otras.
Refiere
que cada uno de estos actores, con la Asociación de Productores de Vegetales en
Invernaderos de Ocoa y la Cooperativa Agropecuaria de Servicios Múltiples de
Rancho Arriba, ha jugado un papel importante, que ha cambiado culturalmente la agricultura local, convirtiéndola en una
de las más avanzadas, modernas y rentables del país, con un millón trescientos setenta y cinco mil metros cuadrados de
invernaderos, produciendo diferentes tipos de vegetales, con un crecimiento
promedio por encima de un 15 por ciento anual, según algunos de los propios
productores.
En
la mayoría de estos invernaderos se aplica
tecnología de punta, buenas prácticas agrícolas (BPA) y eficiente manejo
agronómico, obteniendo productividad y calidad similares a los de países
competidores más avanzadas, como Holanda, España y México. En este sentido, entre un 80 y 85 % de los productores están
certificados, cumplen las normas de trazabilidad y tienen contrato con
empresas exportadoras, lo que refleja el empeño y responsabilidad con que
asumen la calidad e inocuidad de sus vegetales, para obtener alta cotización y
prestigio en los mercados internacionales.
En
este empeño participan todos los
productores, de diferentes tamaños, desde dos o cinco mil metros, con
estructura de madera, sistema de riego y nutrición manual, hasta relativamente
grandes, con 50, 70 o 100 mil metros, con programas de nutrición y fertirriego
manejados por computadora. El empeño, empoderamiento y esfuerzo de
estos casi 150 productores, ha colocado a Rancho
Arriba en el primer lugar en casi todos los aspectos de la producción en
invernaderos.
El 65 % del área se destinada pimiento morrón de diferentes colores, 25 % tomate de mesa y
bugalu, y 10 % ají cubanela, pepino persa, berenjena y otros cultivos. Es
realmente es mina de oro renovable, una fuente inagotable de creación de riquezas.
La dedicación y entrega de los productores,
constituye un referente y una fuente de sinergia, que deriva en excelentes
resultados de una agricultura moderna y sostenible, manejada con eficiencia, criterio y visión empresarial,
forjadora de esperanza.
Por eso, cuando se habla de agricultura bajo ambiente
controlado o invernaderos, definitivamente la gente piensa y dirige su mirada hacia Rancho Arriba, la capital de
esta producción agrotecnologica.
Sin embargo, los aportes a la economía local, provincial y
nacional, no parecen suficientes para motivar y decidir el apoyo oficial para
que continúe el crecimiento y desarrollo de esta mina de oro, construyendo la carretera, de 23 kilómetros hacia
Sabana Larga y de 28 hacia Piedra Blanca, Bonao.
Esta vía, imprescindible para el desarrollo, que no compite
sino que complementa otras, es lo único que solicitan al Presidente Danilo Medina los productores, inversionistas,
exportadores y todos los pueblos vinculados a esta zona.
Rancho Arriba es un aportante
neto al país,
con más de 15 millones de pesos mensuales en pago de salarios a trabajadores,
impuestos al fisco y en divisas, protege las montañas de donde salen ríos como
Nizao, Yuna y Maimón, que dan de beber a millones de personas de la capital,
San Cristóbal y el Cibao.
Reconstruir la carretera, permitirá multiplicar el área de
invernaderos, atraer nuevas inversiones generadoras de empleos productivos,
aumentar las agroexportaciones, el ecoturismo, comercio y transporte, creando
las condiciones para una mayor integración
y complementación económica del Suroeste con el Nordeste
Así
que Rancho Arriba se llena de orgullo y
regocijo, al invitarles a conocer y compartir el éxito de estos
productores, que con dedicación,
esfuerzo y tenacidad, han avanzado al primer
lugar en invernaderos, conquistando los mercados extranjeros y poniendo en
alto la bandera con la calidad, inocuidad, variedad y color de los vegetales
dominicanos. Para ellos, aliados y colaboradores, muchas felicidades y ojala que el gobierno los escuche y los
compense, construyendo la carretera
Rancho Arriba Piedra Blanca, para que el progreso no se detenga y continúen
creando riquezas en beneficio de todo el
país.
Este municipio de la provincia de San José
de Ocoa está localizado en el suoroeste en el corazón de la Cordillera Central
con un microclima cuyas temperaturas media son las mínimas de 14 grados Celsius
y la máxima de 28 grados celsius, lo que ha permitido una importante producción
agrícola en el reglón de los vegetales y el café de montaña.
En este sentido los productores de esta
zona expresan con orgullo ser los
primeros en metros de producción bajo techo, 1,375,000 metros cuadrados, con
una inversión de tres mil millones de pesos y un financiamiento del Banco Agrícola
de 500 millones de pesos, en rendimiento
por metro cuadrados y 36 libras de
pimiento; una calidad exportable de un 72 por ciento,
Además, los primeros productores asegurados
por Agrodosa en un 85 por ciento, un volumen de exportación de 125 furgones
mensuales, generando divisas de 25 millones de dólares anuales, creando de
manera directa e indirecta 4,120 empleos.
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