Cazabitos, Constanza.- Observar como las nubes
quedan atrapadas en las laderas de las montañas de esta comunidad es un
espectáculo fascinantes y un suspirar el aliento fresco del rocío.

El lago de la presa de Hatillo y la carretera
comienzan a avistarse a lo lejos mientras, cercano a la carretera el
despeñadero atemoriza al más valiente de los mortales.
Pero, una vez se alcanza la zona denominada la
reserva del rocío las empinadas laderas quedan ocultas cuando el viento empuja
las nubes hacia la montañas obligándolas a tocarlas suavemente y convertirlas
en un rocío arremolinado y humeante que deposita las gotas de agua que transporta.
La hondonada profunda que no pude alcanzarse a ver
con la vista lleva consigo este manantial de aguas frescas que sólo dejan oír
su susurro abriéndose paso entre las piedras y la espesa vegetación.
Visitar el lugar en una jornada de reforestación
del Centro de Información Gubernamental,
conjuntamente con la Dirección Provincial del Ministerio de Medio Ambiente fue
una experiencia inolvidable.
Con la actividad lo que se busca es fortalecer el programa de reforestación para restablecer el verdor en las comunidades campesina y las áreas hidrográficas.

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