Punta Cana, Bávaro, La Altagracia.- El biólogo estadounidense Edward Osborne Wilson visitó la República Dominicana invitado por la Fundación Ecológica Punta Cana.
El doctor Wilson, quien ha realizado investigaciones en el país en las zonas fronterizas, las reservas de ébano Verde, el Jardín Botánico y en las minas de ámbar, recomienda a la República Dominicana ampliar sus áreas protegidas y aumentar la protección del medio ambiente.
Indicó que, este país conserva la mayor biodiversidad y endemismo del Caribe, con especies de gran interés para la ciencia médica y la investigación.
El científico estadounidense, al que la Real Academia Sueca, que concede el Premio Nobel le otorgó el premio Crafoord, una concesión diseñada para cubrir las áreas (biología, oceanografía, matemáticas, astronomía generales) no cubiertas por los premios Nobel dijo que en este país, identificó 20 especies de hormigas y aún cree que hay más.
De acuerdo, al entomólogo Wilson, estos insectos ofrecen muchas informaciones sobre la historia natural de un lugar.
Además, ha logrado una de las colecciones más importantes del ámbar, mineral que conserva restos de insectos, la cual se encuentra en el museo de la Universidad de Harvard.
El doctor Wilson valoró que la República Dominicana posee 86 áreas protegidas que abarcan el 12% del territorio, tras explicar de esta manera pueden proteger las fuentes de aguas y especies importantes de flora y fauna.
Sin embargo, entiende que se deben ampliar, crearse planes de manejo y destinarse más recursos económicos y técnicos para la investigación científica en esas áreas, en las que se pueden encontrar nuevas medicinas y otros beneficios.
Osborne Wilson destacó que en la isla Hispaniola existen miles de insectos que sólo aquí habitan, aunque señaló que la deforestación de Haití ha hecho que muchas desaparezcan.
Dijo además que a partir del rico patrimonio natural de la isla se puede determinar la historia física de una región y especular eventos biológicos futuros.
En ese contexto Osborn Wilson explicó cómo descubrió la razón del por qué una plaga de hormigas afectó la isla en 1518, al punto de que los colonizadores tuvieron que trasladarse a la otra margen del Ozama.
Durante más de 500 años se desconoció las causas del aumento de esas hormigas (hormigas de fuego) que mordían duro y atacaban todo, al punto que había que colocar vasijas con agua a las patas de la cama para que las personas pudieran dormir.
Luego de dos años de investigar con esos insectos y revisar los libros de comercio de Bartolomé de las Casas, Osborn Wilson concluyó que las hormigas proliferaron por la presencia de un insecto que venía en plantas traídas desde las Islas Canarias y que se presume eran plátanos.
A sus 79 años, el especialista en hormigas ha recibido unos 90 premios, medallas, y concesiones en todo el mundo, así como 27 doctorados honorarios.
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